domingo, 13 de noviembre de 2016

Manos de piedra

Las cintas basadas en la vida de algún personaje que ha sufrido o que vivió ciertas circunstancias que dejaron huella son bien recibidos en la pantalla grande.

La vida de los boxeadores siempre ha estado presente más que la de otros deportistas, si, hay futbolistas, basquetbolistas, una cinta con historias más intensas como el caso de la tenista Renée Richards que habla del cambio de sexo que sufre la deportista, historias de corredores, nadadores, etc... pero las más reconocidas son las historias de esos personajes que a golpes salen adelante y ponen en alto su nombre y la de las personas que los respaldan.
Títulos como "Toro Salvaje", "Rocky", "One Million Dollar", por mencionar algunas han sido plataformas para catapultar carreras y consolidar directores.


En esta ocasión se nos presenta la biografía de Roberto Duran. Un boxeador panameño que es, al día de hoy, catalogado el mejor boxeador peso ligero.
La historia nos cuenta como fue la infancia de Duran en un Panamá arrebatado por los americanos y el eterno conflicto por el canal de Panamá.
A muy corta edad, Roberto muestra habilidades para el boxeo y es así como de pronto comienza a entrenar para ser el mejor del mundo.
Poco tiempo después su manager Eleta le consigue entrenmiento con Ray Arcel, un entrenador retirado que ostenta la mayor cantidad de campeones mundiales como coach.
Así pues, Ray y Duran logran cuanto objetivo se plantean.

Edgar Ramirez encarna a Roberto "Manos de Piedra" Duran en un papel que permite al actor explotar su talento y lo hace muy bien.
Ray Arce hace que el gran De Niro deje de lado las comedias y papeles de viejitos grummpy que ha estado haciendo y regresa a un drama pugilístico ya no sobre el ring ahora como el coach. Este señor puede hacer casi, lo que desee y le sale bien.
Ruben Blades, Ana de Armas, Ellen Barkin y John Tarturro son parte del elenco, sobresaliendo la transformación de Usher Raymond quien encarna a Sugar Ray el contrincante del protagonista dentro y fuera del cuadrilátero. Usher da un salto interesante al cine con este personaje que con un buen maquillaje logra dejar un poco de lado al cantante y bailarín.


La historia tiene mucho drama y lamentablemente es una historia ya conocida, el pobre que con el trauma de no haber tenido nada, todo lo da y tarde o temprano pierde la cabeza.
Se vuelva en el alcohol, le gana la víscera y echa por la borda su carrera y matrimonio, no termina sin darnos ese vuelco de esperanza, un grande más que resurge de las cenizas.

Es buena, sobre todo la ambientación, el vestuario y el maquillaje son notorios, pero debido a tantas historias similares ya no hay nada nuevo que contar. Sabemos, desde los primeros minutos de la cinta, para donde va la trama y sucede tal cual se presume,
Bien hecha, buen ritmo pero sumamente predecible.

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