Jonás es hijo de uno de los cineastas mexicanos más reconocidos a nivel mundial y este joven director también es co-escritor del guión de "Gravity" cinta ganadora del Oscar en 7 rubros incluida la de mejor dirección, ahora Jonás nos presenta su segundo largometraje como encargado de la dirección.
"Desierto" presenta una realidad que ha sido retratada cientos de veces no sólo en la pantalla grande, nuevamente hablamos de un conflicto con muchísimas aristas, el paso de indocumentados a Estados Unidos en búsqueda de un "mejor futuro".
La cinta nos presenta a un grupo de latinos que van en un camión hacia la frontera. Al quedarse varados y determinados a seguir, deciden ir a pie cruzando la zona desértica de la frontera.
Al mismo tiempo, un americano irónicamente llamado Sam sale de cacería, lo cual sería normal sino fuera porque le gusta cazar indocumentados y hacer justicia por cuenta propia en defensa de su país.
Moisés tiene la determinación de volver a Chicago para reencontrarse con su hijo y su esposa, así que hará lo posible por cumplir esa promesa. Pero cuando el grupo se ve amenazado y casi exterminado por el racista, este mexicano tiene que hacer lo imposible por salvar su vida.
La trama es muy superflua, no se involucra mucho en los porqués de nadie. Ni lo que provoco a Sam a odiar a los mexicanos, lo que hace suponer que es mero patriotismo hasta que le oímos decir a su fiel mascota que antes amaba ese sitio y que ahora, nada le importa. No sabemos más del resto de personajes.
Para ser una zona fronteriza el hecho de sólo levantar un alambre de púas para entrar a USA no me parece real, no conozco la frontera, pero aunque no dudo que haya zonas más susceptibles, aquí parece ironía lo fácil que pasan la frontera.
Durante todo la cinta no se ve patrullar a la policía federal, lo que hace menos creíble la trama.
Los paisajes son muy lindos, muy limpios pero no dan la sensación de desesperación, de una situación desalentadora, es muy estético todo.
Gael sin ser el mejor actor del país y con un rol que le exige poco, pues cumple.
Jeffrey Dean Morgan salió del set de "The Walking Dead" no sólo en el aspecto, sino pareciera el mismo perro, la misma ropa, misma escopeta. Y deja muchas dudas sobre si lo que esta haciendo le causa algún remordimiento o placer al personaje.
El resto de los personajes muy equis.
Casi una hora y media donde en momentos logra cierto suspenso, aunque es sumamente predecible lo que sucederá más adelante.
Una trama muy por encima de la realidad (basándome en lo que he visto en otras películas y documentales) y todo muy a mano para el desarrollo de la trama, vamos que no es creíble.
Teniendo tan latente el tema del racismo esta película podría sacar más jugo en cuanto a la temática, pros y contras pero nos deja más sinsabores que otra cosa.
Lamentablemente se presume que es la cinta que México envío a la Academia para competir en los Oscares del 2017. Tal vez pensaron que sería factible que la tomen en cuenta por ser producto del hijo de Cuarón o porque menciona un tema susceptible para el mundo ahora que gano Trump, pero no creo que tenga la más remota posibilidad de ser tomada en cuenta.
Otra cosa lamentable es que gracias a trabajos como este, cierto publico siga manteniendo la opinión de que el cine hecho en México es una porquería, sin tomar en cuenta que hay material de primer nivel y con historias mucho más intensas de lo que creemos, pero esas no llegan a todas las salas ni tienen tanta cobertura como algo hecho por la dupla Gael/Cuarón y si llegan, nadie las pela osea un circulo vicioso.
Reitero, no es malinchismo, simplemente me pareció que con haber hecho un cortometraje, nos daríamos por bien servidos. Que mal que teniendo el reconocimiento y la atención mediática no tratasen este tema que afecta a tantos mexicanos y latinos de una manera más consiente de las consecuencias, ni que los haga ver que vivir escondidos y con miedo no es vivir.
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