jueves, 2 de julio de 2015

Todo por "La Dama de Oro"

Son muchas las películas que hablan del holocausto, donde exponen los lamentables sucesos que sucedieron en esa época, una de las más atroces de la historia de la humanidad, sin embargo, pero aunque cada que vemos una cinta sobre la segregación, humillación y maltrato que recibieron los judíos por parte de los nazis se nos parte el corazón y pensamos que como fueron capaces, es muy fácil. 
Cuando vamos en la calle y vemos a alguien humilde acercarse, nos movemos para ni tocarlo, cuando en el metro se sienta algún indígena, algunas personas se levantan o ruegan para que no les toque a un lado... eso es lo mismo que paso con los judíos, a menor escala, tal vez, pero no deja de ser una segregación, no deja de verse como alguien que se cree una raza superior a otra, sin serlo. Sólo somos diferentes.

En fin, no estamos aquí para hablar de ese tema, pero quería mencionarlo.
Enfocándonos a la nueva cinta que hoy se estrena en el país "La Dama de Oro" nos cuenta el relato de Maria Altman (Helen Mirren), una sobreviviente de la 2a guerra mundial que escapo hacia América buscando la libertad que en su país se le negaba.

Más de 50 años después, Maria decide tratar de recuperar lo que por legitimidad le pertenece a su familia, uno de los cuadros más icónicos de Austria, el retrato de Adele Bloch-Bauer realizado por Gustav Klimt. 

Ese cuadro que durante décadas fue emblema de Austria y de una de las galerías más importantes del país europeo, ahora esta en riesgo de ser retirado por tratarse de una pieza de arte robada durante el saqueo Nazi a los judíos, ya que Altman es sobrina directa de Adele Bloch-Bauer, la famosa modelo del cuadro conocido como Dama de Oro.

Maria busca en Randy, un abogado sin experiencia y con raíces austriacas, el apoyo que necesita para enfrentarse no sólo al pasado, sino a los diligentes actuales que no están dispuestos a ceder ninguno de los cuadros de Klimt a la familia Bloch-Bauer.


Esta cinta es una mezcla de pasado con presente, cuenta con una excelente producción, nos presenta sucesos de la ocupación Nazi, sin mostrar atrocidades, me queda claro que no es necesario. Presenta dos versiones de Austria, la de 1940 y la de 1990, tiempo en el que transcurre la cinta.
Helen y Ryan muy bien en sus roles, Reynolds parece estar tomándose más en serio los papeles y se le nota madurez.
A la ganadora del Oscar, no sé le puede pedir más, sabe perfecto como gesticular la más mínima expresión.

En ocasiones, puede sentirse un poco lenta la trama pero para el final de la misma recupera el ritmo y termina bien.
Esta basada en una historia real pero no tiene escenas crueles ni muy dramáticas, cuenta con un buen desenlace, como buen melodrama. 


Visualmente, la historia se puede contar sola gracias a la ambientación, la decoración, vestuario y joyería que se nota, no se escatimo para hacerlo lo más real posible.

Sin duda, una cinta que cumple con su objetivo y deja un buen sabor de boca.

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