PRIDE o cuando las ganas de ayudar son verídicas

Los ochentas, tal vez fue una época determinante para la comunidad homosexual, el mundo venía de la libertad que los 70´s brindó. En una nueva década donde una terrible enfermedad amenazaba el estilo de vida gay, creando homofobia y discriminación, y ¿quién no tendría miedo basándonos en las terribles noticias de que la gente moría y el virus se propagaba?.

A mediados de esa época, mientras en USA se buscaba una cura para el SIDA, Madonna estaba empezando y acaparando la atención del mundo, Michael se consagraba como el rey del pop, ET y Tiburón eran la sensación; Inglaterra con Margaret Tatcher al mando, proponía una serie de leyes que afectaría el modo de vida de los sindicalizados.
Es así como se inicia la huelga de mineros en el país europeo.

La cinta, nos habla del joven e idealista Mark, quién en la marcha gay de Londres de 1984, decide crear una asociación con el fin de recolectar para las familias de los mineros que están en huelga.
Junto con 6 integrantes más, crean LGSM (Lesbian & Gays Support the Miners), pero no será fácil ya que si bien, la necesidad de las familias es grande, la burla y la discriminación social ante los gays es mayor.

En esta comedia inglesa, basada en hechos reales, vemos personajes muy bien delineados, con una dinámica interesante, ya que a pesar de ser diferentes, la búsqueda de apoyar a alguien en problemas, rompe con cualquier diferencia.

Este grupo con el apoyo de los mineros, un año más tarde, logro derechos civiles para los homosexuales, gracias al voto solidario del Sindicato Nacional de Mineros y esto, derivado de la ayuda incondicional que el grupo de Mark hizo con un pueblo pequeño de Gales.

La cinta presenta momentos entrañables, cargados de risa, vemos como en esa época, con todo y la información del SIDA a la orden del día, la humanidad y hermandad salen adelante, dejando de lado cualquier tipo de prejuicios.

Es así, como mineros, amas de casa, heterosexuales, lesbianas y gays se unen contra un gobierno opresor.

Esta cinta parece una historia linda, por el modo que se presenta, pero sin duda, muchos han sido las personas que han sufrido humillaciones, maltratos y hasta homicidios en pro de las libertades sexuales de las personas. 
Es lindo ver como en una ciudad como Londres, los gays pueden vivir su vida de manera normal, dentro de lo que cabe, pero hay localidades donde actualmente, es impensable que alguien con esta preferencia pueda expresarla o vivirla.

Es cuando recuerdo la marcha que acaba de suceder en el país, donde cientos de personas salen a las calles con vestimentas estrafalarias, disfrazados, desnudos e irreverentes, pero atrás de eso, hay un sin fin de historias de dolor y lucha que han ayudado a que muchos gays en este nuevo siglo, puedan vivir sin miedo y además contar con el apoyo del gobierno, ofreciendo derechos y leyes que respetan las decisiones de cada persona sobre vivir su vida con y como quieren.

Imelda Stauton (la maestra Umbridge de HP), Dominic West (Chicago, 300) y el genial Bill Nighy son los actores que brindan experiencia a la trama, con personajes sensibles y adorables.

Cuenta también con un muy buen soundtrack, por ejemplo de Dead or Alive "You spin me round" que hace que uno se mueva en el asiento del cine.
Definitivamente, una cinta bastante decente, con buen ritmo, interesante trama y un gran guión que estoy seguro, convence a propios y extraños.