El escritor de "Día de entrenamiento" David Ayer, dirige a Pitt en una travesía que sucede justo antes de que la 2a guerra mundial termine y la Alemania Nazi sea liquidada.
La historia se centra en un tanque de guerra llamado Fury. Nos muestra la valentía y hermandad de los 5 tripulantes comandados por Don Collier (Brad) y que tienen que enfrentarse al ejercito enemigo con sólo este tanque como escudo y herramienta.
Me parece interesante que la historia no se centra en el nacionalismo estadounidense, como la mayoría de cintas de manofactura gringa lo hacen. En esta ocasión pueden ser de cualquier otro país, lo que se resalta es el respeto a la palabra de un hombre.
La valía que tiene en cada uno de ellos el obedecer ciegamente a su líder, sin importar si están de acuerdo o no.
Shia LaBeouf (Transformers, Ninfomanía), Logan Lerman (Percy Jackson, La ventaja de ser invisible), Michael Peña (Escándalo Americano, El Francotirador) y Jon Berntal (Lobo de Wall Street, Escritor Fantasma) son los 4 soldados bajo el mando de Don y quienes arriesgan todo por la causa y que nos lo hacen sentir de ese modo en pantalla, cada uno desde su modo de ser y de ver las cosas, nos demuestra que son un equipo y eso, es más importante que cualquier otra cosa. El respeto es importante y es lo que le da honor a un hombre.
Como buen producto hollywoodense cuenta con grandes escenarios, muy buenos efectos especiales y fotografía.
Lo más destacable es el guión, nada acartonado, da un sentido de rudeza y comprensión al mismo tiempo, tiene un buen ritmo y no abusan, a Dios gracias, de groserías.
Sorprendentemente fue ignorada por los Golden Globes al no contar con ninguna nominación, se rumoraba que posiblemente fuera la cinta bélica del año aunque aún están pendientes las nominaciones al Oscar, a ver que pasa con Fury o ¿será que se vuelva en la gran olvidada del 2015?
Ojalá que no, porque esta cinta vale mucho la pena.
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