lunes, 26 de enero de 2015

Mame: El Desastre

Aunque este espacio es principalmente para hablar de cine, otro oficio que me parece extraordinario y loable es el TEATRO.
Así, que me doy el permiso de hablar de las piezas teatrales que pueda ir a ver este año.

El domingo me regalaron un par de boletos para ir a ver: Mame: El Musical

Cabe mencionar que no he visto la la versión musical de Mame en cine es con Lucille Ball y Bea Arthur, ni pude ver la anterior puesta con la Sra. Pinal hace ya algunas décadas.

La historia habla de un niño que al quedar huérfano, su único pariente debe hacerse cargo de su educación y cuidado. El padre deja claras indicaciones sobre lo que será el futuro del niño.
Es cuando Patrick, el sobrino, conocerá a su tía Mame, una señora vivaracha, que vive la vida y sabe como divertirse, con dinero, fiestas y llena de amigos, alcohol y cero prejuicios. Vive en un lujoso apartamento en Nueva York.

El vinculo maternal y su modo de vida se mezclan, buscando hacer siempre lo mejor, a su modo, para la vida de Patrick. Quién entonces conoce todo tipo de personajes y emprende un viaje sin saber en que terminará el mismo.

La trama se pinta llena de momentos chistosos por parte de Mame y la adaptación del nuevo integrante a ese mundo. Un musical clásico lleno de canciones, bailes y música. 

Pero, esta puesta en escena es un total absurdo. 




Empecemos por el elenco:

De inicio sabemos que Itatí tiene de actriz lo que la mapacha de guapa.
No entiendo como le dan un papel estelar en un musical, en el cual debe representar a una mujer madura y simpática. Sé que la estaba ensayando Verónica Castro, que si bien no canta nada de nada, es por lo menos una señora con chispa y que cae bien.
Bueno, desgraciadamente Itatí no logra quitarse a Soraya de encima y además le queda enorme el papel. No es chistosa, no se ve "suelta" en escena.
Esta 2a temporada arrancó ya hace unos días y es increíble que aún se equivoque en los pasos de baile, que tenga que voltear para atrás a ver que paso sigue.
Intenta hacer algunas acrobacias que le quedan grandes, se ve súper incomoda e insegura, lejos de parece fluida, se ve acortada. 
La respiración, bueno, no es nada fácil cantar y bailar, pero para eso te preparas y ella parece que acaba de correr la maratón de Manhattan, se le va el aire.
No vocaliza, no se le entiende cuando canta y para que les digo, la cantidad de desafinos notorios en sus canciones, donde para colmo, hasta falsetes le ponen.

El galán es Victor Noriega. Se ve bien, es guapeton pero no se le cree nada y cuando intenta cantar... CERO.

Dalilah Polanco, a ella la vi en Confesiones de Mujeres de 30 y otras obras cuando era sólo la ex de Derbez  y me parecía chistosa, desgraciadamente cayó en su propio cliché y no sabe como salir. No se le escuchaba NADA cuando cantaba y no baila un carajo, lo peor es que trae actitud de diva y eso, no le ayuda nada.

Lorena Velazquez sin duda es una señora guapa que esta en forma a sus 80 años o más, y sé que es sumamente cómica, pero aquí tiene un intento fallido de acento francés que lo único que hace es que no se le entienda ni madres.

El resto del elenco parece sacado del programa ochentero de Anabel Ferreira, esta Juan Antonio Edwards, Ricardo de Pascual y Lupe Velazquez, la secre del Doctor Candido Perez, ninguno de ellos brilla ni canta, ni baila, ni tienen gracia.

Lo peor, si aún pudiera ser eso posible, es la patética "actuación" de Pablo Cheng este sujeto que no hace más que una burla de sí mismo, un papel desangelado, torpe, sin un sólo momento bueno. Sólo hace su estúpido cliche de ponerse las manos en la cara diciendo una frase estereotipada que hace como gay, siempre hablando como "asiático" sin duda, lo peor que puede haber en un escenario.
Don Manolo Fabregas, el hombre teatro, se ha de estar retorciendo de ver tal cantidad de personas sin una pizca de talento junto y sobre un escenario.

Todo el elenco se atropella en los dialogos, se traban, hagan de cuenta que fuimos a ver el 1er ensayo general.

Bailarines. Muchos. Sin carisma, con coreografías X, simples y aún así con atropellos.

Música... La música es grabada, no es en vivo y es muy alta, de por si no hay cantantes en escena, menos cuando el ruido supera las voces.

La escenografía, muy estorbosa, esperaba que en cualquier momento Itatí cayera la escalinata, cosa que cómicamente hablando sería genial.

Las luces entraban a destiempo. Las pantallas que apoyaban la escenografía a veces estaban descuadradas y se veía que eran fotos descargadas de google y en baja calidad.

Hubo 2 cambios de escenografía donde la música termino, las luces continuaban apagadas... ósea empezaron tarde y se hacía un silencio sepulcral en la sala.

Lo más insoportable es que dura 3 horribles, eternas y angustiantes horas y para colmó, me tocó un teatro lleno, con muchas personas de la tercera edad que aplaudieron de pie este bodrío.
La ex de Santamarina se la creyó y hasta en el final, en los agradecimientos aparece como si estuviera a la altura de la anterior Mame del teatro mexicano, la ícono del cine, la Sra. Pinal.

Desgraciadamente el público aplaudió de pie, aplaudió en cada canción y la aparición de cada actor. Como si se trata de Sarandon, Negrete, De Niro, Félix, etc...

Me da tristeza que una obra tan mala como esta tenga una sala llena, cuando propuesta realmente interesantes, con actores reales y con un equipo que deja la sangre en escena, apenas llene un par de filas, a pesar de presentarse en foros diminutos.

Esperemos esta obra no dure mucho en escena y permita a verdaderos actores, usar el espacio para algo que valga realmente la pena o ¿acaso tenemos el tipo de teatro que merecemos??

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