El Principito...

Definitivamente los clásicos nunca pasarán de moda, lo mismo que las historias que por más sencillas que parezcan, nos hablan honestamente y nos comunican mensajes positivos.

De uno de los libros infantiles más vendidos de todos los tiempos, llega este año a las salas de cine una nueva versión de "El Principito".
La historia nos la sabemos todos, ya que casi todos hemos disfrutado del cuento del pequeño príncipe que se encuentra a un piloto en el desierto y comienza una amistad entrañable llena de lecciones de vida y de esperanza. 
Esta vez se agrega a la historia una pequeña y su madre, ellas están dispuestas a hacer lo que sea necesario para que la niña entre al colegio que desean. 

Sin embargo, el hecho de querer ser aceptada en este colegio, le resta tiempo para ser una niña, todo el día programado con tareas, estudios, lecturas y quehaceres, le deja muy poco tiempo para jugar, de hecho, jugar es un premio que aún no se ha ganado.
Nuestra protagonista conoce a su vecino, un excéntrico anciano, el cual le cuenta la historia más maravillosa que ella haya oído.
En efecto, al inicio no le ve sentido alguno a las narraciones del vecino, pero conforme se va dejando llevar, se da cuenta la importancia de las cosas que no se ven a simple vista, como bien dice una de tantas frases célebres de este libro.

La animación esta perfectamente bien elaborada, combinan estilos de animación que nos deja ver la diferencia entre el "mundo real" y el "imaginario".

La música, las voces (en este caso la pude ver en su idioma original) le dan un sentido de frescura, como si fuera la primera vez que me entero de esa historia.

Definitivamente una gran cinta animada, no es la complejidad de Hayao Miyazaki pero es un mensaje más claro y que pone de buen humor.

"Me pregunto si las estrellas brillan con el fin de que algún día, 

cada uno pueda encontrar la suya"