lunes, 18 de agosto de 2014

Taboada se retuerce en su tumba....

En 1975 Carlos Taboada lanza la tercera parte de una trilogía considerada de lo mejor de terror y suspenso del cine mexicano de todos los tiempos.
Más negro que la noche, se suma a Hasta el viento tiene miedo y el Libro de piedra.

Esta película estelarizada por Claudia Islas, Helena Rojo, Susana Dosamantes y Lucía Mendez fue recibida con mucho éxito en aquella época y más sabiendo lo que este director y escritor era capaz de construir.

Casi 40 años después y bajo la premisa de ser la primer película mexicana hecha en formato 3D llega el remake de esta historia, en esta ocasión a cargo se Zuria Vega, Adriana Louvier y dos jóvenes más no tan conocidas, acompañadas de la gran Margarita Sanz, Lucía Guilmain y Hernán Mendoza, sin duda grandes actores.




La historia básicamente gira entorno a una de las protagonistas Ofelia/Greta (Islas/Vega) quién recibe la herencia de una tía lejana con la única condición de que debe cuidar a Becker, un gato negro muy querido por la difunta.

La heredera junto con sus 3 compañeras de casa deciden habitar la gran casona que la tía también dejo en herencia. 
Se encuentran entonces con el ama de llaves quién sigue estando a cargo de las labores del hogar, atendiendo y cuidando a la mascota.
Cuando por la naturaleza del gato hace que la mascota de una de las nuevas inquilinas muera y esta se desquite, comienza el suspenso. El cual llevará a estas 4 mujeres a vivir con un miedo constante.

Hablando de esta nueva versión, cabe mencionar que la producción realmente lanzó la casa por la ventana, ya que los efectos están bien hechos. Aunque siento que algunas tomas hacen abuso del recurso.

Esto y los 3 grandes actores mencionados anteriormente son lo único bueno de la cinta.

Es lamentable como sin gracia y abusando de clichés del cine hollywoodense acaban destrozando el guión de Taboada.
Como siempre escenas de sexo, drogas y lesbianismo que no viene al caso en ningún momento.

Las 4 protagonistas no les llegan ni por poquito a los talones de las primeras y eso que no estamos hablando de las actrices que México esperaba, digo sabemos que la Mendez no es la maravilla pero en la cinta es muy creíble. Bueno, aquí ni eso son capaces de hacer.
Para mi, lo peor de todo es Miguel Rodarte, ya por piedad que alguien le explique que ni es buen actor, que no esta joven y que sus personajes de junkie (como en Así del precipicio) ya están más que vistos y creo que después del Tigre de Santa Julia, NADA es se le cree.

Otro gran error es Jose María Torre, sin ton ni son. Igual es mejor modista, pues que le apueste por ese rubro o si va a ser productor, como es el caso, esta bien que ayude al cine mexicano, pero que ya no quiera "actuar" porque ahí si, no contribuye con nada.

Zuria y Adriana, que sigan haciendo novelas donde el nivel de interpretación que se requiere es mínimo, por lo menos para los papeles a los que están señoritas aspiran. 

De Erendira y Ona (las otras 2 protagonistas) no hay nada que decir, son pésimas. Thalía se llevaría un Oscar por cualquiera de sus Marías comparada con estas dos tragedias.

La trama es sumamente predecible, le agregan historias que la hacen boba, sin chiste y estos "ligeros" cambios hacen que la cinta no genere suspenso alguno.

Sustos muy forzados.
Olvidan aplicar algunos recursos que se usaron en la original, como es el bastoneo de la tía, aquí simplemente prefieren usar gritos, ruidos, portazos y demás "sustos" muy vistos en TODAS las últimas cintas de miedo o suspenso.

Recuerdo que en la cinta del 75 utilizaban algunos elementos para lograr ese miedo en el público, como son las siluetas, los ruidos extraños y sin duda, una historia que NO habla de exorcismos ni matanzas sanguinarias a mano limpia, ni venganzas enfermizas.

Que triste que permitan deshacer de esta manera las pocas joyas del genero que existían, ya que con esta versión, se da por destruido las 3 grandes cintas que en los 60´s y 70´s filmo Carlos Taboada.
  
Vamos, ni los carteles que se encuentran en los paraderos están bien hechos. Súper pixeleados están mal impresos.  No se si se terminaron el varo en los efectos especiales, porque de verdad, no hay atino alguno.


Ojalá no permitan que destruyan más historias clásicas del cine mexicano.

A ver si al rato, no sale versión 2015 de "Los olvidados" con Adrian Uribe y Adal Ramones.


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